Parilla 175 SS, el sueño cumplido de Germán González

Historias / hace 1490 dias

Posiblemente esta sea una nueva historia por contar, por ello el personaje de Burt Munro, se convierte en el icono de los sueños de nuestro amigo Germán González. Dicen que los sueños no se deben contar, por que el hechizo de su suerte, se duerme en la utopía del desarrollo. 

 

Llegados a la mitad del cuento, hemos oído el susurro del soplete azulado calentar con silbido y entrega las piezas, el martillo golpear con dulzura el molde perfecto a los ajustes, las gafas de pintar mirando a través del espejo donde se refleja el arte de pincelar los pensamientos, el apriete de los últimos tornillos sabiendo que se escapa un suspiro de pasión en cada giro y callado en el garaje a solas con sus melodías radiofónicas, sueña, piensa, acaricia y vuelve a pensar mientras la emoción le pone piel de gallina. 

 

Su montura está casi lista. Me atrevo a comparar sus colores en flashes del pensamiento. Con los sueños de Mercedes con sus flechas plateadas. La firmeza de Norton, con su robusta mentalidad y traje de combate. Elegancia y arte en la rotundidad del clásico de carreras 

 

La mítica Carrera de la Isla de Man es el cordel de esos sueños, a lo largo de las 37 millas, ha ido estudiando cada una de esas curvas entre el temor y el aliento. Bray Hills, Glen Helen, Ballacraine, Hillbarry, Douglas, en cada secuencia de sus visiones mentales, se ve subiendo y bajando marchas, apurando frenadas vigilando la retaguardia. Y en cada uno de esos pasos míticos, la gloria de haber rodado en tierra de reyes.

 

Sentir el saludo y el susurro de los árboles que hablan de leyendas y héroes. Es acariciar con la mano tocando las nubes desde el cielo, como danzar en el Lago de los cisnes con el aplauso de los espíritus caídos. El vintage clásico, le pierde. Como destilar las lágrimas de los Dioses mundanos después de besar la gloria de los Podiun. Que reto más alucinante sentirse parte de esa historia de las carreras de motos

 

 

Una cosa es el sueño y otra la realidad. En ello un trabajo artesanal atesorado por la entrega sin reparos, con constancia y tenacidad. Qué tendrán estos locos del vintage, que les pierde la obsesión por las carreras sobre máquinas de combustión y frenos de zapatas. Son especies en vías de extinción de un mundo sobre saturado de chips y centralitas y falto de romanticismo y gestas. 

 

Es obvio que para encasquetarse una armadura de Quijote, habrá que visualizar un campo de molinos gigantes, buscarse un Rocinante y partir a la aventura. Germán ya lo ha hecho, a ido hilvanando la secuencias del sueño de Burt Munro, se ha obstinado con la consecución de los objetivos y su primer eslabón de la cadena se ha consolidado.

 

Su moto, capítulo aparte. Una Parilla 175 SS de los recordados años 60. cuya genética italiana produjo máquinas desde 1946 a 1965. Bastante desconocida en Canarias ya que llegaron pocas unidades. Quizás más recordados sus motores en el emergente espectáculo del karting de los años setenta. En breve se hará pública su presentación en las instalaciones de Pole Position, proyecto y objetivos del equipo.

 

Grande son los sueños de quien los cultiva. intensas las emociones de quien las vive. La ilusión es la madre de todas las guerras y este Germán "El Munro Canario"  ya tiene los respetos de toda la comunidad Viejas Glorias. Adelante Guerrero. Los sueños son para cumplirlos. Que Dios te bendiga y la suerte te acompañe en tan noble reto.

 

Un relato de Feli Santana

Fotos: Germán González

¿Sabías qué?

El olor a gasolina y goma quemada ya no es lo que despierta los sentidos de los que se sienten atraídos por el mundo de la moto.