El tesoro de Thomas Eduard nos aguarda en el fondo del mar

Historias / hace 3266 dias

El capitán Thomas Eduard, partió aquel 26 de Abril de 1937 del puerto FélisTows, Sur de Inglaterra, rumbo a Canarias, como cada seis meses. Hacía la travesía del Atlántico bajando de la cornisa cantábrica, por el pasillo de Madeira y Azores, para arribar a las afortunadas, donde la expansión de la colonia Inglesa, había prosperado en demandas del imperio británico.

 

El colonialismo Inglés impulso la industria a orillas de muchos continentes y las Islas eran el mejor almacén a camino, de otras tierras, más allá el gran océano. Las motorizaciones: generadores electricos, automóviles, motocicletas, etc. eran la carga constante, que embarcaban, para la actividad y crecimiento económico del imperio.

 

Y así, hasta mediados de los años setenta, incluyendo las grandes guerras, el pasaje de mercancías y productos era de doble intercambio. Los buques venían cargados de maquinaria industrial y se volvían atiborrados de tomates y hortalizas de nuestras cálidas tierras.

 

Los pronósticos del tiempo, anunciaron tormenta en el Atlántico, a lo que Thomas Eduard, acostumbrado a verle la cara a los diablos del mar, hizo caso omiso y había partido una vez más camino de las islas. Pero esta vez el cargamento, que en su mayoría eran motocicletas Norton, Triumph, Bsa, camiones y furgones Bedford y Conmer. En total unos 70 vehículos, hacían de las bodegas del navío un atractivo garage flotante. El BlueStorm tenía cien metros de eslora y una buena envergadura de manga.

 

Cuando se desataron los diablos climatológicos, el barco crujía, como un condenado. Olas de diez metros, enterraban en profundos socavones de agua, cavando su propia tumba. La tripulación apenas si podía movilizarse, entre las penurias de un vertiginoso zarandeo. En el puente de mando, Thomas, con evidentes señales de haber bebido su última botella de Wisky, escribía en el cuaderno de bitacora: "Enviamos S.O.S. Estamos cerca de las islas Canarias, creemos hemos desviado del rumbo unos 15° al noroeste. Hemos perdido parte de la tripulación, en los golpes de mar y temo que si la tormenta no amaina, el navío no aguantará el temporal. A 28 de Abril de 1937". Por su graciosa majestad y por Inglaterra... ¡Dios salve a la Reina!

 

A 180 millas marinas de la Isla de la Palma, en plena fosa atlántica, se encuentra el cadáver del BlueStorm. En sus bodegas aún espera la carga de motocicletas y vehículos que venían destino a Gran Canaria. Está a tal profundidad, que cualquier tarea de rescate de su cargamento, es una odisea. Actualmente, sólo los afortunados submarinistas han conseguido fotografiarlo...

 

Esta historia ficticia, nació de la rumorologia popular de las Viejas Glorias. Hace más de veinte años me contaron este pasaje... Sin fundamente pero con una buena carga de emocion. Eran aquellas reuniones de pasionales buscando esencia... Alguna vez más la he vuelto a oír, y ahora creo que al menos se merece un relato de nuestro tiempo e imaginación.

 

Feli Santana

 

¿Sabías qué?

Los auténticos moteros cabalgan sobre sus propios hierros, creados a su gusto, como una extensión de su personalidad.