La historia de un motor que pudo haber cambiado la historia

Historias / hace 2344 dias

En Triumph decimos que las calles nunca volverán a ser las mismas con la nueva generación de Street Triple, pero para llegar a este punto habría que hacer un breve recorrido por la historia, por el pasado de Triumph. Para contarles una historia concreta de lo que pudo haber haber sido y no fue...

 

HISTORIA NUEVA GAMA TRIUMPH TRES CILINDROS

Triumph nace en el año 1902 en Inglaterra , es decir es una marca más que centenaria. Y en esos tiempos de nacimiento del motociclismo, hubo una época en la que Inglaterra era el país puntero en la industria de la motocicleta. Algo así como lo ha sido la industria japonesa en la época que casi la mayoría de nosotros hemos vivido.

 

Por tanto en Inglaterra había muchas marcas de motos, y todas ellas dominaban con mano de hierro en las diferentes competiciones de la época y en los mercados. Siendo su tiempo de máximo apogeo la década de los 20 y los 30 del siglo XX, además de tener un papel muy destacado también hasta principios de la década de los 50, por resumirlo de alguna manera. 

 

En lo que a Triumph respecta, su máximo esplendor deportivo vino con el modelo Speed Twin de 1937, el antecesor de las famosas Bonneville nacidas en 1959 y que hoy siguen entre nosotros con las últimas evoluciones de las T100 y T120.

 

 

Es curioso que lo que hoy en día tiene forma de moto clásica de paseo, en su tiempo fuera una máquina de carreras. Pero no vamos a extendernos en este periodo de la historia y estos modelos.

 

Hace un año compré un libro, casi 200 páginas sobre la historia de Triumph en competición. Parece increíble que Triumph tenga tanto que contar sobre competiciones, ¿verdad?. Lo que hoy me parece destacado contarles es una parte de la historia de Triumph en la competición y la industria que pocos conocerán. La historia de lo que pudo haber sido y no fue.

 

 

Corría el año 1964 y el conjunto de la industria anglosajona de la moto estaba en cierto declive, empezando a dar sus últimos coletazos. Europa se hallaba sumida en tiempos de cambios importantes en lo social y lo económico. Lo que afectó a la industria y comercio en general. En estos momentos Triumph se encontraba desarrollando un nuevo motor de cuatro tiempos de tres cilindros en línea y 750 cc.

 

Triumph no inventó esta configuración de motor, pero se podría decir que fue el fabricante que hizo un intento más serio por desarrollarlo para una moto de calle, y para ello apostó también por la competición. Todos habremos escuchado sobre los éxitos de MV Agusta con sus tres cilindros, y las réplicas de otros fabricantes. Pero nadie había apostado por su producción en gran serie hasta ese momento. En esa época Triumph estaba unida a BSA por mandato del gobierno británico. Una medida para mantener a flote su industria del sector. Y ambas marcas se pusieron a desarrollar ese motor, fabricando cada una un modelo de serie que lo equipara, y que luego sería probado en diferentes competiciones. Así nace en el año 1968 la Triumph Trident junto con su “hermana” BSA Rocket III. Justo un mes antes de que saliera al mercado la Honda CB 750 Four.

 

Y esta es la parte de la historia que nos interesa para nuestro ejercicio de imaginación.

 

 

Pues bien, todos sabemos que los pilotos ganadores no suelen ser muy fieles a una marca de motos. En la mayoría de las ocasiones suelen querer correr con la moto con la que piensan  pueden ganar. El instinto competitivo se impone al romanticismo de unos colores. La historia está llena de ejemplos. Agostini de MV Agusta a Yamaha, Lawson de Yamaha a Honda, Valentino Rossi de Honda a Yamaha…etc. por mencionar quizás a los más sonados.

 

 

¿Alguien se acuerda de Mike Hailwood? Para muchos el mejor piloto de todos los tiempos. Ganó 9 campeonatos entre las categorías 500, 350, y 250 cc  de 1958 a 1967. Se cuenta que cuando Honda se retiró de la competición en el 68, la última marca para la que estuvo corriendo, lo mantuvo en nóminapara que no volviera al mundial con ningún fabricante. Muchos también conocerán su triunfal retorno con victoria en el TT de la Isla de Mande 1978 a los mandos de una Ducati. Pues bien, lo que no todos conocemos es que esa carrera no fue su primer intento de volver a la competición. Mike Hailwood tuvo varios escarceos con la competición antes de esa famosa carrera. Y el primero de ellos fue con una Triumph/BSA en 1970. A los pilotos les gusta ganar ante todo. Y para ello prueban con la moto que les parece ganadora. Y en los años 70 el proyecto de Triumph prometía serlo. Por desgracia los intentos de Mike “The Bike” Hailwooden el 70 y 71fracasaron por rotura de la moto.

 

 

Pero otros pilotos entre 1971 y 1975 lograron hacer de aquellas Triumph/BSA motos imbatibles en muchas competiciones en EEUU y Europa. Destacando sonadas victorias en Daytona, TT de la Isla de Man, Bol d`Or y otros muchos circuitos. 

 

Uno de los pilotos que más sonados éxitos cosechó con las Triumph Trident fue Paul Smart. Más tarde casualmente se convirtió en otro mito en la historia de Ducati por su victoria en el año 1972 en las 200 Millas de Imola.

 

 

Pero también hubo situaciones un poco vergonzosas, como la anécdota de una de las Trident más famosas de aquella época en el circuito de Paul Ricard Conocida por el apodo de “Slippery Sam” aquella moto literalmente escupía tanto aceite que salpicaba al resto de participantes que pasaron a su lado en aquella carrera. Así y todo esta moto y sus diferentes réplicas dominaron en muchas carreras europeas como el TT de la Isla de Man durante media década gracias a su buen equilibrio general y manejabilidad.

 

 

Pero pese a todos los grandes campeones que la eligieron, sus éxitos deportivos, y la comercialización de los modelos de serie (se fabricaron más de 45.000 Trident), el proyecto de Triumph/BSA acabó muriendo sobre el año 1975. El problema fue que la industria británica finalmente colapsó. Y con las dificultades económicas el proyecto de Triumph/BSA nunca llegó a la evolución que la competición y el mercado necesitaban. La marca acabaría cerrando las puertas en 1983.

 

 

Pero quizás el verdadero“culpable” de que la aventura de Triumph/BSA fracasara fue la llegada al mercado de la revolucionaria Honda CB 750 Four que antes he mencionado. Honda no inventó este tipo de motor. Pero fue el primero en ponerlo al alcance del gran público. Fue una moto capaz, fiable, y a un precio muy competitivo para su época. Esta moto supuso el comienzo del auge de la industria japonesa de la moto, y la puntilla para la industria de la moto del resto de países en general.

 

Y esta fue la historia de lo que pasó. 

 

Pero quiero que hagan un ejercicio de imaginación por un momento. Si el proyecto de Triumph/BSA hubiera contado con los recursos económicos suficientes es posible que el mercado de la moto que hoy conocemos hubiera sido diferente. 

 

Es posible que el motor de cuatro cilindros en línea de fabricación japonesa no hubiera estado prácticamente solo en el mercado, como lo ha estado los últimos cuarenta años. Tanto ha sido así que la mayoría de la gente no concibe otra moto que no sea una japonesa de 4 cilindros en línea... ¡Pero ya eso nunca lo sabremos!

 

 

Triumph renació de la mano de un empresario británico en el año 1990. Y si bien desde el principio la marca puso en escena diferentes motos con motor de tres cilindros en línea, no fue hasta el año 2007, con la aparición de la primera Street Triple 675, que llegó el momento en que Triumph conoció el éxito comercial con esta planta motriz. Tan solo de las diferentes versiones de la Street Triple se han vendido más de 60.000 unidades desde entonces.

 

Si los pilotos fichan por la marca que les puede hacer ganar, los moteros queremos comprar la moto por la que sintamos que recibimos más por nuestro dinero. Hoy estamos ante la mayor evolución del concepto de naked sport con motor de tres cilindros de Triumph. Y no estamos solos en el mercado con esta configuración. Pero a diferencia del pasado, ahora sí que en Triumph tenemos los recursos necesarios.

 

 

Actualmente Triumph ha desarrollado tres versiones y una variante de su naked media de tres cilindros. Así que vean, comparen, y si además se inscriben para probar la nueva generación Street Triple, seguro que acaban cambiando la tendencia del mercado convirtiéndose en protagonistas de la historia. Cada generación está marcada por una moto que llega para cambiarlo todo y definir un nuevo estándar en todos los aspectos: potencia, peso, manejabilidad y estilo. Una vez en la vida aparece una moto que lo cambia todo y que reescribe las normas establecidas sobre potencia, peso, maniobrabilidad y apariencia. Ahora es nuestro momento. El momento en que al motor de cuatro cilindros en línea en particular, y al segmento de las naked sport en general, le llegó su más duro competidor en el mercado.

 

 

Triumph lo ha conseguido. La “RS” es la mejor de su especie. Sin duda alguna, esta tercera generación de la Street Triple ha roto los límites de la categoría y aspira a competir con motos de un segmento superior. Es más ágil y requiere menos exigencias para obtener resultados similares, aún en manos de usuarios que no aspiran a rivalizar con quienes tienen claras aspiraciones deportivas. La “RS” nos ha sorprendido. Es espectacular en todos los sentidos y desborda las previsiones de quien no espera en una moto “naked media” las prestaciones de una moto de un segmento superior. La Street Triple RS es sin duda la rival más efectiva y explosiva de la categoría. Por diseño, motor, tecnología y facilidad de conducción, la nueva Triumph es la inglesa con la que tanto tiempo llevabas soñando… VER PRUEBA

 

Un relato de Oliver Padrón (Responsable de ventas de Triumph Canarias)

¿Sabías qué?

Esencia de la moto: Olvidarse del fanatismo por lo innecesario que nos hace perder la verdadera sensación de libertad.