Viejas Glorias 2018: La era del hierro sigue viva en Valsequillo

Cultural / hace 1954 dias

Nada más basta comprobar el tránsito de personas, de todas las edades, que pasean embobados entre los expositores del pabellón en el que la organización del Viejas Glorias reunió a las joyas más queridas de la muestra de motos clásicas y antiguas para evidenciar que la pasión por los hierros sigue viva y tiene salud para muchos años más.

 

Un trabajo que el visitante no ve. Ese es el objetivo, pero los que conocemos el paño sabemos el esfuerzo que decenas de personas han hecho en los últimos días para que Valsequillo luciera en todo su esplendor abanderando la pasión por las dos ruedas que tantas pasiones ha levantado, levanta y levantará entre los paisanos de las islas.

 

Desde la tarde del viernes hasta que el domingo, sobre las tres de la tarde, y después de 48 agotadoras horas, el Viejas Glorias Canarias vuelve a erigirse en la mejor concentración anual de vehículos clásicos de toda Canarias, ofreciendo un atractivo programa donde poder disfrutar de motos, reuniones, actividades, conferencias, retos y fiesta, mucha fiesta con música en directo y desfiles de los protagonistas.

 

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Los miles de personas que se han acercado a ver las clásicas en Valsequillo han podido comprobar que merece la pena tener un evento de este nivel y por supuesto de más siempre que las instituciones y sponsors mantengas sus ayudas, una pragmática necesidad para mantener viva la llama.

 

En estos días el municipio quintuplica su población haciéndose motero y viendo pasear por sus calles a una gran cantidad de aficionados pasaban unas horas entre expositores, escuchando por boca de los sabios de la materia y, por supuesto, ojeando mechandising, camisetas, tomando una caña o un mojito y viendo en directo como es una exhibición de “Vesperos” que llegan a manejar sus motos hasta con cerca de 70 años. Los más pequeños ilusionados al ver las motos, los más entendidos preguntando detalles a los dueños de las joyas expuestas, los más quemados excitados ante la puesta en marcha de cualquier cacharro, los más valientes participando en el Rallye Viejas Glorias y los artesanos del metal, disfrutando del trabajo de los participantes en el Biker Show de preparadores. Ese era el ambiente que se ha respirado a lo largo de todo el fin de semana en este reino del metal.

 

 

Un auténtico viaje en el tiempo, aderezado por equilibristas en Vespa simulando un circuito de examen del carnet de conducir motos de hace un par de década, cuándo todos éramos más jóvenes, y personajes de época que nos invitaban a dar un paseo indagando en todos los rincones y las callejuelas de un pueblo engalanado para la ocasión.

 

 

Tampoco faltaron las presentaciones de los eventos ligados al Viejas Glorias y que, bajo el paraguas de este emprendedor Moto Club Las Palmas Roque Nublo, siguen encandilando a los seguidores con mayor reconocimiento en las Islas Canarias; desde las maxitrail alemanas con su incombustible motor bóxer “Pasión GS”, a las icónicas Vespas que llevan muchas décadas haciendo el trabajo duro en pueblos y ciudades y que en 2019 visitará por primera vez la isla de La Palma “Vespasión 2019”, sin olvidarnos de las más irreverentes y simpáticas Honda 70, y todo el enjambre de modelos similares que le rodea y homenajea, y que volverán a desplegar su desenfado en la “Marcha 70 Canarias 2019”.

 

 

La seguridad, algo esencial sobre dos ruedas, también contó con su espacio propio en el Viejas Glorias, esta vez de la mano de Valsebike, una de las empresas de referencia y con mayor tradición del sector de la moto. Más de un cuarto de siglo a sus espaldas y no deja de reinventarse, ofreciendo a los motoristas una solución que puede ser vital en caso de sufrir un accidente. El airbag que ofrece la empresa del Cruce de Melenara (Telde) puede suponer la diferencia entre salir indemne de un accidente o cambiar las dos ruedas por las cuatro de una silla de ruedas.

 

 

Otro de los reclamos del Viejas Glorias es el concurso abanderado por Radical Custom Performance, la empresa del sur grancanario, especialista en modificaciones y transformaciones de vehículos, coches y motos, volvía un año más a convocar a los escultores del metal para que mostraran sus últimas creaciones sobre dos ruedas. Una verdadera muestra de ingenio y capacidad para trasladar las ideas desde la mesa de diseño -o incluso desde la misma mente- a los hierros de una moto. Un ejemplo de esta combinación de tradición y evolución quedó patente en la pareja de Benelli 500 de GP, réplicas de la moto de Renzo Pasolini de los años 70. Una en su estado original y otra totalmente transformada. Un sueño de Jacopo del Secco, dueño del Motart Café de Puerto de la Cruz, un lugar en el que convergen la pasión por la moto y la mejor cocina italiana. De su creativa mente salió esta profusión de carbono y alarde tecnológico que se llevó el premio especial a la mejor modificación sobre una moto Pre88.

 

Tampoco faltaron a la cita las empresas del sector de la moto que invitaron a los visitantes a Valsequillo a tocar y subirse a los últimos modelos llegados al mercado de la mano de Valsebike (KTM) y DS Moto (Lexmoto), en una excepcional iniciativa para atraer a más usuarios a este pasional, por un lado, mundo de la moto y rentable medio de transporte para el día a día, por otro.

 

Artesanos de la restauración

Los artesanos que se dedican a esto de restaurar motos, la mayoría de ellos de forma pasional, con más ilusión que medios, son los custodios y transmisores de una importante parte del patrimonio cultural de Canarias. El amor por los cacharros viejos les viene de tradición familiar en muchos casos. Es una pasión que les mueve, en los dos sentidos de la palabra. El trabajo para que luzcan como recién salidos de fábrica es incalculable pero las gratificantes horas de satisfacción tras sacarle todo el brillo a un oxidado hierro no tienen comparación. En ocasiones, llegan a fabricar piezas que ya no se encuentran en el mercado, de manera artesanal. Pero la recompensa se ven en sus rostros los días del Viejas Glorias. Y es que aunque la mayoría de las motos expuestas podrían circular sin problemas, tal y como está el tráfico en las ciudades es mejor reservarlas para ocasiones especiales como este Viejas Glorias que acaba de concluir pero que ya comienza a renacer para una nueva edición en 2019.

¿Sabías qué?

El olor a gasolina y goma quemada ya no es lo que despierta los sentidos de los que se sienten atraídos por el mundo de la moto.