Casa Seat muestra la historia de la moto “made in spain”

Cultural / hace 1022 dias

Casa Seat expone míticos modelos que supusieron un `boom` en su momento

 

A día de hoy la mayoría de motos llegan de Asia pero hubo un tiempo, antes de la deslocalización empresarial, en que las calles españolas veían circular a muchos vehículos de dos ruedas salidos de fábricas españolas. Una exposición en Casa Seat de Barcelona, en colaboración con el Museo Moto Basella, muestra una decena de motos doblemente históricas, por su procedencia y por sus características.

 

La más antigua de ellas es una Rieju MOD 4, fabricada en Figueras (Gerona) en 1953 por la única empresa que todavía sobrevive y que fue considerada la primera moto como tal, ya que los modelos hechos antes eran bicicletas con motor. Entre los modelos también está una Vespa N, también de 1953 y ensamblada en Madrid aunque fuera de la popular marca italiana que revolucionó la movilidad, ya que permitió circular con las dos piernas juntas. El producto, además, fue uno de los primeros que se permitió pagar a plazos en España.

 

La muestra también tiene una Bultaco Tralla 101 de 1959, mucho más ligada a la competición, y una Montesa Cota 247 de 1968, también con mucha potencia y que supuso un antes y después porque tenía el depósito y el sillín con una sola pieza, lo que le mereció un Premio Delta de Diseño.

 

El ciclomotor Mobylette Campera Sp-95-R es otro de los ciclomotores que triunfaron en su momento y que está en Casa Seat. El modelo expuesto, fabricado en Eibar en 1974, también tuvo mucho éxito, especialmente entre el mundo rural del sur de España.

 

 

De la década de los ochenta, Casa Seat muestra una Honda Scoopy, que fue un auténtico fenómeno en Barcelona. Las primeras Scoopy habían llegado de Bélgica, tras haber fracasado allí su implantación, y se convirtieron en un `boom`: el 80% de estos modelos han ido a nuestro país. De esa época también se expone una Vespa Vespino, fabricada en 1996 y que destacó por su precio asequible.

 

La Derbi también tiene su hueco en la exposición, y es que también se convirtió en un éxito de ventas con su estilo similar a la Mobylette o la Vespino. Los tres modelos triunfaron por permitir mejorar la movilidad básica a miles de ciudadanos. El modelo de Derbi, de hecho, estuvo produciéndose hasta los años noventa.

 

A pesar de ser italiana, Ducati también está presente en la exposición y es que junto a la empresa barcelonesa Mototrans estuvo fabricando unos ejemplares, el 160 S, mucho más deportivos y con motores a dos tiempos.

 

Aunque la mayoría de las firmas españolas cerraron (de hecho, sólo permanecen abiertas Rieju y Montesa, aunque comprada por Honda), la potente industria automovilística y auxiliar eléctrica instaurada en España, junto a la necesidad de pensar una nueva movilidad más sostenible, ha facilitado que en los últimos tiempos haya renacido el interés por las dos ruedas. En este escenario surge Seat Mö, el primer dos ruedas de la firma de Martorell, que cierra la muestra. El modelo, una scooter de 125 100% eléctrica que destaca por su agilidad y que cuenta con una batería extraíble, lo que facilita su carga.

¿Sabías qué?

Los auténticos moteros cabalgan sobre sus propios hierros, creados a su gusto, como una extensión de su personalidad.